domingo, 22 de noviembre de 2015

La bolsa o la vida

Y el pantalón sin culera
tengo las albarcas rotas
y el pantalón sin culera
el bolsillo sin un duro
y ole, y ole, y ole maña
buen invierno que me espera.
buen invierno que me espera
y ole, y ole, y ole maña
traigo las albarcas rotas.

¡Ay tachún tarará, ay tachún tarará!
¡Ay tachún tarará, ay tachún tarará!
Y al que roba en una casa
si lo pillan lo encarcelan,
y al que especula con ella
no hay guardia que le detenga.
Ya no van con palanqueta
ni pistola ni antifaz,
que tienen inmobiliarias
los ladrones de verdad.
¡Ay tachún tarará, ay tachún tarará!
¡Ay tachún tarará, ay tachún tarará!
Menos mal que nos protege,
dicen, el ayuntamiento;
si no nos llega a amparar
nos roban hasta el aliento.
P’a desbrozar los caminos
que van del campo al mercado
hay que arrancar lo primero
todos los intermediarios.
¡Ay tachún tarará, ay tachún tarará!
¡Ay tachún tarará, ay tachún tarará!
Son una plaga peor
que el gorgojo y la patera:
no hay remedio ni doctor
que pueda echarlos afuera.
Menos mal que todo tiene
su principio y su final,
menos los intermediarios
porque están en la mitad.
¡Ay tachún tarará, ay tachún tarará!
¡Ay tachún tarará, ay tachún tarará!
Dicen que la economía
se está poniendo fatal
porque los obreros piden
que les suban el jornal.
Lo dice la patronal,
lo dice y sabe que miente:
lo dice p’a conservar
sus privilegios de siempre.
¡Ay tachún tarará, ay tachún tarará!
¡Ay tachún tarará, ay tachún tarará!
Menos mal que en la otra vida,
si es verdad lo que prometen,
ganaremos en el Cielo
un jornalico decente.
¡Ay tachún tarará, ay tachún tarará!
¡Ay tachún tarará, ay tachún tarará!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.